Descargarme, sentir que alguien puede llegar a sentir lo mismo. Es escribir mis pensamientos, esos pensamientos que no puedo expresarselos a nadie. Esos que solamente puedo expresarlos escribiendo en este blog. Esos que no me animo a contar.

lunes, 28 de febrero de 2011

Es demasiada presión. Es demasiada obsesión. Es estar contando siempre las calorías.
Este finde recurrí a Mía. Hacía tanto tiempo que no recurría a ella. Por lo menos dos meses, o tres, que no vomitaba. Era tal la culpa que sentía, que no pude aguantar y vomité todo lo que pude.
Me sentía ASQUEROSA (es más, me siento así...).
Hoy a la mañana lo mismo. Comí brownies y al toque tuve que recurrir a Mía. Me sentía mal, fea, gorda, asquerosa, imbécil... pelotuda. Pero no sé porqué, no lograba vomitar, y cuando logré salió también sangre así que decidí parar. Todo el día con dolor de garganta anduve.

Pero como no quiero ese estilo de vida, (el de mía), mañana empiezo de verdad a cerrar la boca. Mucho ejercicio. Mucha agua. Mucha fruta. Mucha verdura. (mucha, una forma de decir, lo más poco posible, para poder hacer un ayuno de aunque sea un dia, la semana que viene).

Está permitido caer, prohibido no levantarse. (espero que sea la última).
Un nuevo comienzo, a pesar de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario