No voy a decir que soy una chica normal, con alta autoestima, que todo le importa 3quinotos, y que es feliz. Absolutamente todo lo contrario. Intenté ser esa persona, en verdad, intento ser esa persona adelante de los demás, pero juro que siempre caigo en una depresión inmensa cada vez que me toca salir, cada vez que tengo que ir a una fiesta y llega el momento de cambiarme.
Me odio a mi misma por no tener fuerzas para no ser así. Es una lucha constante, mirarme cada mañana, cada vez que me cambio, cada noche, antes de acostarme, cada vez que voy al baño, mirarme y darme ASCO. Porque quiero cambiar lo que soy, porque quiero ser más flaca, porque no soporto la idea de tener apenas unos kilos de más, porque me da bronca no poder tener esa fuerza para decir basta. Odio dormirme pensando en lo que voy a comer al día siguiente (si es que en mis planes está comer). Odio vivir pendiente de mi peso, pero soy así, y admito que llevo casi un año dandole vueltas a todo este tema.
Sí, me obsesioné buscando cosas sobre Ana, las cuales implementé durante tiempo y me dieron resultados. me sentía una diosa, todos diciéndote: waw estás más flaca?. Es una satisfacción enorme, que no se puede explicar con palabras. Pero caí, como siempre.
Volví del viaje, con 7 kilos de más, si, 7 kilos de más. Me da vergüenza hasta escribirlo.
Y como no, vuelvo a recurrir a Ana y a Mia por supuesto.
Aún sigo recordando las primeras veces que no podía vomitar, me daba tantos atracones que por más que quería no podía vomitar, hasta que supe como. Es difícil no querer vomitar cuando ya se sabe el método... Es ir inmediatamente después de cada comida a meterte los dedos por la garganta para sacar toda la mierda que te metiste adentro.
Y si alguien llega a leer esto, pensará que estoy muy mal de la cabeza, y que necesito seriamente un tratamiento psicológico. Pero no lo veo de esa forma.
Quiero vivir saludable, quiero vivir siendo flaca, quiero llegar a la PERFECCIÓN por encima de todo (y los que no estén a favor, omitan sus opiniones). Quiero llegar a expresarme y sacar todo lo que tengo guardado. No quiero llamar la atención, nada más qiero estar bien conmigo misma, y es el modo en que encuentro para llegar a ser lo que siempre quise ser. Quiero poder mirarme al espejo y sentir la satisfacción de decir: Si, soy flaca. Quiero perderle el miedo a la balanza, que cada vez que me pese marque menos, hasta llegar a mi meta.
No pido ser una flaca escuálida, pero tampoco quiero ser rellenita. sé hasta que punto tengo que llegar. Ana es el camino, me va a guiar, pero no a la muerte. Yo se bien en que momento tengo que parar.
(Mañana día 1: Fiesta de mi mejor amiga. Ya contaré lo que fue el día de ayer, y seguramente del Domingo, porque me quedaré en su casa a dormir. )
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